Esbozos de la filosofía presente en La insoportable levedad del ser. Una entrevista con Ricardo Velázquez.

Tuve la oportunidad de realizarle una entrevista a Ricardo Velázquez, licenciado en Filosofía por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México, Máster Universitario en Estudios Teatrales con especialidad en desarrollo de personajes por la Universidad Autónoma de Barcelona. Es, además, un gran admirador de la obra de Milan Kundera, la cual ha estudiado durante toda su formación académica.
La filosofía está presente en la obra de Milan tanto dentro de la historia que plantea, como en los pequeños ensayos que están presentes entre los capítulos de la obra; por esta razón, consideré pertinente consultar con un experto en filosofía y en personajes –y un gran conocedor de la obra– sobre las corrientes filosóficas que subyacen en la novela.
Perla Tula: ¿Cuál es la corriente o idea filosófica en la que se sustenta La insoportable levedad del ser?
Ricardo Velázquez: La que impera, principalmente, se llama idea del eterno retorno, propuesta por Nietzsche. 
PT: ¿Qué quiere decir la idea del eterno retorno?
RV: Por negación quiere decir que una vida que desaparece, que no retorna, es como una sombra, carece de peso y, si ha sido horrorosa o bella, ese horror o belleza no significan nada. Si se habla de algo que ya no volverá a pasar, por ejemplo, un suceso como la Revolución francesa, la sangre y violencia se convierten en palabras, en teorías, en discusiones, se vuelven más ligeros que una pluma, no dan miedo. El crepúsculo de la desaparición lo baña todo con la magia de la nostalgia y la fugacidad: no es posible condenar algo fugaz. Hay una profunda perversión moral en un mundo basado en la inexistencia del retorno, porque en ese mundo todo está perdonado de antemano, todo cínicamente permitido. Esta idea significa una cierta perspectiva desde la cual las cosas aparecen de un modo distinto a como las conocemos: aparecen sin la circunstancia atenuante de su fugacidad, y descansa sobre ellas el peso de una insoportable responsabilidad.

PT: En la novela, ¿cuáles son los personajes “leves” y “pesados”?
RV: La realidad es que la contradicción entre peso y levedad está equivocada. La carga pesada destroza, derriba, aplasta contra la tierra; nos pone más a ras de la misma tierra, vuelve nuestra vida más real y verdadera. Por el contrario, la levedad, como lo mencioné anteriormente, hace que todo esté automáticamente perdonado, todo lo pinta con nostalgia; la ausencia absoluta de carga hace que el hombre se vuelva ligero, se distancie de la tierra, que sea real solo a medias y sus movimientos sean tan libres como insignificantes. No hay personajes leves o pesados, hay situaciones que muestran y ponen en discusión estos términos. 
PT: ¿Qué podemos observar en ellos, filosóficamente?  
RV: Los personajes surgieron de una o dos frases sugerentes o de una situación básica, como lo dice el propio Milan en su obra. En el caso de Tomás, nace de la frase “einmal ist keinmal”. 
Teresa nace de una situación que revela la dualidad del cuerpo y el alma de la experiencia humana: estaba tan concentrada por un arriesgado viaje que no había querido comer, y su estómago hacía sonidos. Hoy en día, podemos reírnos de la dualidad entre el cuerpo y alma como de un prejuicio pasado de moda, pero basta ver a una persona enamorada para escuchar latir su corazón con más intensidad.

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