Aquí ya no

Desde su creación, en el 2011, este blog ha pasado por muchas etapas. Hoy termina su ciclo de vida como ventana a los textos que creé en el taller de redacción profesional que llevé este semestre. Fue menos divertido revisar mis textos varias veces —y que pasara por varias manos— que subir el primer borrador, normalmente sin una primera leída; también fue muchísimo más enriquecedor para mi formación profesional. Publicar los textos producidos en la escuela, aunque sea en este pequeño blog, me permitió tener una mirada ajena hacia estos, tanto de mis correctoras, editoras y asesoras de contenido, así como de ti, quien me lee en este momento. Al principio fue difícil asimilar la idea de que ahora sí me iban a leer, que había que ser mucho más cuidadosa; ahora me alegra poder mejorar mis textos gracias a los comentarios del equipo de redacción que se conformó en cada clase.

      Aún no he terminado de decirlo todo sobre la levedad y el peso, pero en este espacio ya se cumplió el objetivo. Estos son nuestros últimos momentos juntos. Te diría que soy mala para terminar las relaciones, pero la verdad no me cuesta nada: Poder decir adiós es crecer, ¡adiós!